Empezar a hablar sobre Hungría es intentar hablar sobre muchas cosas desconocidas para cualquier hispanohablante. Este hermoso país tiene mucha historia y aunque en la actualidad es un país pequeño (apenas 90 030 km2) más pequeño que el departamento del Amazonas en Colombia, hace muchos años fue un país grande y en plena edad media era todo un imperio y un reino grande.

Hungría tiene muchas cosas para conocer. Su gente, su comida, sus costumbres, su religión y cada rincón del país tiene algo sorprendente que deja a más de uno perplejo. Cada rincón de los pueblos húngaros tiene mucha historia. Por ejemplo, Kistokaj que es una villa con cerca de 2 000 habitantes tiene más historia que cualquier país en América, ya que según documentos encontrados hasta la fecha, la existencia del pueblo data desde antes del descubrimiento de América. ¡Esto es asombroso! (Vivo en una villa medieval). No obstante, es importante aclarar que no todos las poblaciones de Hungría respiran un aire histórico, pues en plena edad contemporánea, también la arquitectura moderna ha hecho de las suyas en muchas ciudades de este país. Es decir, existen casas modernas y edificios comunes y corrientes.

Pero bueno, no estoy aquí para hablar de historia porque no soy el experto ni tampoco los quiero introducir en este extenso tema. Solo quiero decir que este país es un país pequeño pero hermoso. Su gente es amable (Hasta la fecha lo han sido), todos son serviciales y aunque es difícil encontrar a alguien que hable inglés, uno puede defenderse solito siempre y cuando uno hable algunas palabras en húngaro. Aquí  el español hasta ahora está cogiendo auge. (Creo que en todo el mundo la gente quiere aprender español). Hungría no es la excepción. Siempre hay personas que por razones empresariales, de negocios, académicas o sociales quieren aprender un idioma más y escogen aprender español ya que es aprender a hablar con más de cuatrocientos millones de personas en el mundo.

Del húngaro solo les digo que es un idioma un tanto difícil en la pronunciación. Algunas personas lo comparan con el mandarín o el chino. La verdad de lingüística y filología no conozco profundamente, pero si existe tal similitud es en la dificultad para comprenderlo, no en su relación de composición gramática o fonética. En el húngaro existen 44 sonidos con los que se habla el idioma, es decir casi el doble de los que existen en español. Con decir que existen 14 vocales ya se pone a cualquier hispanohablante en plena desventaja ya que producir 9 vocales más es un asunto complicado pues toda la vida nos acostumbramos a las cinco vocales de siempre. (Para aprender más sobre húngaro oprime aquí.)

De la comida en Hungría ni hablar. Todo también es un poco más complicado y diferente, pero por regla general debo decirles que los húngaros son aficionados al pimentón al cual llaman paprika. (Es decir, pimentón en húngaro es paprika). De hecho hay un canal de televisión que se llama Paprika TV. (Es como decir que existe un canal llamado Pimentón Televisión). En este canal transmiten programas de culinaria todo el tiempo o bueno, casi siempre. Lo he visto para ver que aprendo, sin embargo, siempre me aburro y entonces lo cambio.
A los húngaros también les gusta el pepino, pero aunque existen los pepinos comunes y corrientes aquí tienen unos pepinos pequeños a los que suelen meter en frascos para dejarlos fermentar y luego comer. También uno puede comprar estos pepinitos en las tiendas y súpermercados. De las demás verduras y vegetales les cuento que la cebolla larga no existe aquí. Existe una clase de cebolla larga que no es tan larga pues es una cebolla mediana y de sabor dulce. Algunas de estas cebollas se pueden comer como si fueran una fruta. ¡Es increible!

Las papas aquí tiene una forma diferente pero en su contenido saben a lo mismo. No existe el plátano ni la yuca. Eso solo se produce en América Latina. No hay muchas frutas en este país y en general en toda Europa pues la diversidad de vegetales y frutas solo se observa en nuestros paises de América y no por aquí. Muchos de los productos que aquí se consumen son importados de América. Por eso, si alquien va a comprar frutas no encontrará frutas como zapotes y mamones. Existen de hecho muchas frutas que cualquier latino conoce pero que los húngaros jamás han visto en la vida.

En cuanto a carnes a los húngaros les fascina la carne de cerdo y de pollo. Cerdo y pollo casi siempre. Mala noticia para los latinos que siempre están acostumbrados a la carne de res. Escuché hace poco a un húngaro decir que aquí se consume cerdo porque hace siglos cuando los turcos invadieron el imperio húngaro, los turcos solían robarse todos los animales, en especial las vacas, dejando solo los cerdos para comer. De ahí que esto afectó las costumbres del país y que ellos prefieran más la carne de cerdo a la de res. Esto (lo del cerdo) es visible desde el primero momento en que uno llega Hungría. Ya sea al desayuno, almuerzo o comida, en algún momento alguna clase de carne de cerdo vendrá en camino. Afortunadamente es deliciosa y a decir verdad no es dañosa como a uno le enseñan desde pequeño.

Hay muchos temás más sobre cocina, costumbres, arquitectura y en general sobre la cultura húngara para hablar. No obstante, creo que este primer artículo les puede dar una mejor idea de lo que es la vida en este maravilloso valle del centro de Europa. Espero próximamente escribir más, pero por ahora mis manos necesitan un descanso. ¡Hasta la próxima!